Ahora el presidente usa la psicología inversa
Se muestra bravucón como retador, supuestamente muy seguro de que tiene el respaldo mayoritario de los mexicanos para no ser revocado, pero los nervios lo traicionan.
Los resultados de la elección federal del año pasado muestran que López perderá la revocación de mandato, si el electorado acude a votar al menos en igual cantidad y proporción que en la elección de diputados del año pasado, cuando votaron más de 40 millones de ciudadanos y los partidos de oposición obtuvieron casi cinco millones y medio más de votos que morena y sus aliados juntos, en lo que fue una de las caídas electorales más estrepitosas de la historia para un partido con menos de tres años de gobierno: casi 18% abajo.
La estrategia presidencial permanente, de eludir los cuestionamientos y desviar la atención hacia asuntos irrelevantes (como la “rifa” del avión, los pleitos con España y la inauguración de un aeropuerto inacabado con tan sólo cuatro vuelos al día) no le está dando resultado, porque el pueblo tiene memoria y la prensa independiente no le quita el dedo al renglón.
Con todo, sus asesores y socios extranjeros, conscientes de que ya nadie le cree al presidente, le han aconsejado seguir “provocando” a la ciudadanía a concurrir a las urnas. La estrategia está bien pensada, hay que reconocerlo: entre los que lo odian y quienes le tienen miedo, una gran cantidad de votantes está dudando si ir o no, ya sea “por no darle gusto” o por desconfianza al “as bajo la manga” que pudiera traer el presidente. En la práctica, es un absurdo: conjeturas frente a hechos y especulaciones frente a Leyes.
Estrategias para desanimar el voto opositor
Por todo lo ya expuesto, apenas iniciado el proceso electoral de Revocación de Mandato, el gobierno lanzó una intensísima campaña para promover el voto de los simpatizantes de AMLO, mientras que en las redes sociales se envían millares de mensajes invitando a la ciudadanía opositora a no votar y a “dejar las urnas vacías”, pues supuestamente: “El proceso es un engaño”/ “está diseñado para nutrir el ego de López” / “no fue solicitado por los ciudadanos sino por el propio presidente” / “no se puede aplicar a este gobernante, dizque porque la ley no puede ser retroactiva” / “si pierde, AMLO no lo reconocerá y no se querrá ir” y/o “quedará como presidente substituto otro morenista, igual o peor”, etcétera.
Con otras aseveraciones igualmente trasnochadas y sin fundamento ni en la Constitución, ni en la propia Ley de Revocación de Mandato, ni en la realidad política del país y de Latinoamérica, se espanta a los electores que sin tanto esfuerzo podrían mandar a AMLO a su rancho en menos de tres semanas. TODO orquestado desde el mismo gobierno, con el único propósito de desmotivar la concurrencia a las urnas por parte de los ciudadanos que desean que López sea despedido del cargo, y así lograr que sean sólo sus simpatizantes quienes salgan a votar. ¿No les parece absurdo y perverso?
La campaña de traición a la Patria
De manera increíble y casi inexplicable, varias decenas de “intelectuales”, profesionistas “preparad@s” y supuestos “experto@s”, analistas políticos, políticos profesionales, comentaristas de medios de comunicación, ex funcionarios de primera línea del INE, de gobiernos anteriores y de los partidos políticos, y hasta ex candidatos, andan muy activos en conferencias, entrevistas y redes sociales, promoviendo la ABSTENCIÓN el próximo 10 de Abril; alegando las ya mencionadas inexactitudes y falsedades respecto del proceso de Revocación de Mandato y de la Ley que le da sustento, y hasta pretendiendo crear la paradójica e irracional figura de la “participación pasiva”…
Esto mismo sucedió y sucede en los países castro-chavistas: Con dinero o con prebendas se boicotea la participación de los opositores al régimen.
Parecería que los aludidos opinadores son incapaces de analizar la Constitución, la Ley, el contexto nacional e internacional, los hechos reales, o que de plano están muy satisfechos con la acelerada destrucción del país y de sus instituciones, de tal suerte que desean prolongarla por dos años y medio más, cuando en realidad podemos ponerle fin a este desastre el próximo 10 de Abril, en un proceso constitucional, ordenado, pacífico y absolutamente confiable, pues está organizado por el INE, que HOY POR HOY es imparcial y transparente, pero en el 2023 no sabemos.
Si no fuera porque algunos de dichos opinólogos tienen buena fama pública y en general se les conoce una trayectoria limpia, con dicha conducta -aún sin quererlo-, podrían ser tachados de colaboracionistas u operadores políticos del mal gobierno, haciendo que muchos mexicanos pierdan la esperanza de recuperar nuestro país para corregir su rumbo, quitándolo de la agenda del Foro de Sao Paolo y el Grupo de Puebla, que desde el gobierno se promueve llevando vertiginosamente a México por el camino que conduce al mismo destino que Cuba, Nicaragua y Venezuela, que no es otra cosa que el comunismo estalinista opresor, que para poder sostenerse se transforma en un régimen policiaco en el que las garantías y libertades de las personas son simplemente anuladas.
Recordemos que López Obrador dijo al inicio de su periodo que iba a trabajar “para que las transformaciones que realizaría la 4T ya no pudieran ser revertidas”. Hacia allí va conduciendo nuestro país, aunque la aplastante mayoría de los mexicanos NO lo queremos.
La militarización práctica de México, aunque la Constitución y las leyes no la avalen, constituye poco menos que un golpe militar “con guante blanco” y promovido por las autoridades civiles que compran las lealtades serviles con presupuestos formidables, prerrogativas injustas y prácticamente el co-gobierno, al mejor estilo Castro-chavista, para tener la espada de Damocles de la represión sobre la cabeza de todo ciudadano disconforme con el régimen.